Cultivo y Cosecha
Aquí es donde comienza todo. Elegimos agaves que han madurado entre 8 y 10 años, con un buen nivel de azúcar, ideales para hacer mezcal.
Cocción en Piedra y Fuego
Luego de cortar las piñas, las preparamos para cocerlas. Se colocan en un horno de piedra enterrado en la tierra y se cuecen con leña orgánica para darles ese sabor especial.
La Molienda
Después de 5 días de cocción, sacamos las piñas del horno y las dejamos enfriar. Luego, las partimos y trituramos a mano, usando un mazo de madera o una canoa de piedra.
Fermentación
En esta etapa, los azúcares del agave empiezan a transformarse en alcohol. Colocamos las piñas cocidas en tinas con agua y las dejamos reposar alrededor de 15 días para que hagan su magia.
Destilación
Finalmente, destilamos dos veces en ollas de barro, separando el alcohol y perfeccionando el sabor. ¡Y así nace un mezcal puro y lleno de carácter!